El origen de las enfermedades no está en las bacterias u otros microrganismos, como lo pregonaba Pasteur, impulsando el uso de la pasteurización, de la asepsia con productos químicos tóxicos y con los venenos agrícolas, que hacen un enorme mal a la humanidad.
Los estudios de Antoine Béchamp y Claude Bernard que comienzan ahora a ser mejor divulgados muestran que las bacterias surgen en los tejidos enfermos y no son originados como causa del padecimiento.
Ellos traen a colación que la medicina tiene que estudiar toda la estructura del ser humano – sobretodo su parte psíquica (y social), como la ciencia Trilógica lo viene demostrando en la actualidad.