La época de la consciencia está llegando, y las patologías finalmente pueden ser corregidas. El individuo es patológico por una cuestión de elección pues, envés de imitar las cualidades de los padres, copia sus defectos, que se perpetuán así de generación en generación.
La sociedad en su origen es buena, bella y verdadera, siendo en su conjunto superior a un sólo individuo. La cuestión es si cada uno de nosotros está ayudándola o atacándola.